martes, 7 de junio de 2016

Aras:Tranquilidad junto a nuestra localidad

ARAS:Tranquilidad junto a Logroño
Dejamos de un lado las películas para acercarnos a un pintoresco pueblo de Navarra. A tan solo 17 km de Logroño, capital de La Rioja, esta pequeña localidad de menos de 200 habitantes va a enseñarnos sus encantos.


Historia de la localidad
Los primeros yacimientos que se tienen de las cercanías de esta localidad se encuentran en la antigua aldea de Longar. Donde encontramos una tumba común proveniente del Neolítico. Actualmente pertenece a la ciudad de Viana por cuestiones territoriales.

Lo siguiente que conocemos de su historia es que en 1219, los habitantes de esta pequeña aldea, al igual que los de Bargota, se negaron a ir a Viana a vivir, aún disfrutando esta de un fuero de Sancho VII al que sucumbieron vecinos de otras cercanas aldeas.  Pese a esto, nuestro pueblo siguió perteneciendo a Viana; hasta que en 1853, la aldea de Aras junto a la de Bargota, se independizaron de esta.
Tras esto, la nueva localidad creció en habitantes y llegó a su máximo desarrollo, llegando a las 600 personas.
Tras este importante auge poblacional, que permitió la construcción de una escuela rural, actualmente en desuso; llegó la industrialización de 1960. Esta se llevó a la mitad de la población a las ciudades más cercanas, dejando en el pequeño municipio unas pocas familias de agricultores y gran cantidad de segundas residencias para fines de semana y períodos estivales. 



Escapada a Aras

Tras esta pequeña introducción en la historia de la localidad, decidimos acercarnos a ella para conocer algo más sobre su patrimonio y cultura.
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Llegamos de esta forma a Aras, aparcando en su plaza principal o de la Constitución, en la cual se encuentra la Casa Consistorial, caracterizada por los soportales que encontramos en la parte baja, conocidos como "El Coso". Este edificio data del año 1835 y desde su balcón es lanzado cada tercer viernes de Agosto el Txupinazo que inicia las Fiestas de Verano. 






En esta plaza se encuentran también dos de los tres bares de la localidad y junto con el frontón y parque infantil anexos, forma el eje principal del pueblo. Estos dos últimos son las principales áreas recreativas para los más jóvenes, puesto que los vecinos continuan luchando por la construcción de unas piscinas municipales.
En este parque infantil se encuentra la Fuente Nueva, que fue construída en 1925 para acercar el agua a los vecinos, evitando ir hasta la Fuente Vieja, a la cual nos acercaremos después.  



Tras esto, nos acercamos a el monumento religioso principal del pueblo, el cual se encuentra muy cerca también de la plaza y el frontón, la iglesia de Santa María. Esta tiene su origen en un templo menor procedente del siglo XIII, del que apenas se conservan algunos retazos. Tras esta construccón llegaría la que ahora podemos observar, una obra gótico-renacentista de mediados del siglo XVI. Esta fue construída en piedra de sillería, con un aspecto exterior muy sobrio, cuya única decoración es una portada renacentista con forma de arco y dos pequeños ángeles a los lados. Así como la pequeña torre-campanario, que fuera reconstruída a mediados del siglo XX. 



Su interior está formado por una única nave, en la que sobresale el imponente retablo mayor, compuesto por diversas imágenes de la virgen y los apóstoles, que data de finales del siglo XIV. Son también importantes el retablo de la virgen del Rosario y el del Santo Cristo, a ambos lados del central, y la pequeña sacristía, cubierta por bóveda de crucería. 


Junto a este edificio observamos la Plaza de la Iglesia, o del Pórtico. Esta es conocida por haber albergado el acto principal de la Pasión de Aras: la Crucifixión. En esta plaza finalizaba cada Viernes Santo la gran representación de la pasión y muerte de Jesucristo, cuyo renombre creció tanto en Navarra como en comunidades limítrofes. 
En la actualidad esta plaza es el escenario de la Comida Fin de Verano. 


Continuamos ascenciendo por las muchas y empinadas cuestas existentes en este pueblo en colina hasta llegar a la Nevera de la Vera Cruz. Este imponente nevero está construído en piedra de sillería y destaca por su gran tamaño, 9 metros de altura y 8 de diámetro; además de por los 16 metros de angosto pasadizo que permiten el acceso a la nevera. 
De este tenemos las primeras noticias en el siglo XVII, el mismo en el que comenzó a pertenecer a la cofradía de la Vera Cruz, quien usaba este edificio para surtir de hielo a la zonas limítrofes durante los meses cálidos. A finales del siglo XIX dejó de pertenecer a la cofradía, sirviendo tras esta fecha como bodega, almacén de fruta e incluso como chamizo de la Peña El Iglú. 





Tras esta fresca parada continuamos subiendo cuestas hasta llegar al punto más alto del Pueblo, el merendero de la Balsa. Este es un recinto recreativo en torno a una pequeña balsa artificial, la cual fue, junto con el resto del parque, remodelada. Llegando así a ser como zona de baño durante algunos veranos pasados, ya que en la actualidad esta acoge a cantidad de peces, así como ranas, salamandras y otros tipos de anfibios. 
Alrededor de la Balsa encontramos un parque infantil, algunos bancos, una barbacoa y dos mesas de picnic; todos estos a la sombra de varios árboles. Lo que convierte este lugar en un sitio fantástico para acercarse a comer. 


Después de tanto subir, ha llegado ya la hora de bajar. De esta forma, descendemos varias cuestas y salimos del recinto urbano hasta llegar a otra zona natural: La Fuente Vieja. Debido al transcurso del río Valdearas por este paraje, se constituyó aquí la primera fuente del pueblo, y hasta 1925 la única. 

Junto a esta fuente y al conjunto de puentes sobre el río y su afluente por el oeste, se encuentra la pequeña y sobria ermita de San Isidro. Este pequeño templo es de construcción rural, en piedra de sillarejo y con planta rectangular. Como ya he dicho, dedicada al patrón de los labradores, y junto con San Roque, cuya ermita está desaparecida; de Aras. 


Tras observar y disfutar de este bello paraje, volvemos al recinto urbano de Aras para acercarnos al tercer y último templo del pueblo, el cual aparece junto a los dos anteriores en el escudo de la localidad.



Esta es la ermita del Santo Cristo del Humilladero, un pequeño edificio del siglo XVII, caracterizado por su planta de cruz latina cubierta por dos naves de arista.
Su exterior destaca por la piedra de sillería de su fachada y por la pequeña espadaña sobre un frontón triangular. Mientras que, en su sobrio interior preside el Crucificado del siglo XVI,  dentro del pequeño retablo manierista. Desde luego, un verdadero espectáculo en un espacio muy reducido. 





Para finalizar, decidimos alejarnos un par de kilómetros de Aras para conocer y fotografiar el monumento más emblemático de la localidad. Hablamos de las ruinas del monasterio franciscano de San Juan del Ramo o Arco de San Juan. Para llegar a este debemos de pasar otra vez sobre el río Valdearas, que viene de la Fuente Vieja siguiendo el camino hacia Viana. En medio de este curso, el río hace un pequeño salto de agua junto al camino que nos lleva al Arco, por tanto, nos paramos a ver "La Catarata". 



Llegamos finalmente a nuestra meta, la antigua ermita del poblado de Soto, y posteriormente convertida en Convento franciscano. De este se conservan únicamente parte de los muros perimetrales y un arco ojival apoyado sobre estos, el cual da el nombre de Arco de San Juan al monumento. 


Este convento fue mandado contruir sobre una antigua ermita por el mismo Príncipe de Viana, quien se encontraba de caza por la zona un día del 1440 cuando una tormenta se desencadenó. De esta forma, el monarca se protegió bajo un roble, el cual fue fulminado por un rayo de la tormenta, quedando de forma milagrosa el príncipe con vida. 
Los franciscanos ocuparon el nuevo monasterio, el cual tuvo una gran importancia durante el siglo XVI. Sin embargo, los monjes lo abandonaron al siglo siguiente, bajando a vivir a Viana. 
Tras este hecho, el estado ruinoso fue adueñándose del edificio, aunque no sin dejar otra interesante leyenda. 
Esta habla acerca de la talla de San Juan que presidía el templo, la cual tras el abandono de este apareció un día en la Iglesia de Viana. Tras este fenómeno la talla volvió a dejarse en su espacio original. Sin embargo la acción se repitió en varias ocasiones, hasta que un día el santo apareció encadenado en la Iglesia de Santa María de Viana. De esta forma, ahí es donde continúa la talla. 








!!Hasta nuestro próximo viaje!!







6 comentarios:

  1. Muy interesante. No conocíamos Aras. Estando tan cerca de Logroño es una excursión segura. Bonito pueblo bonita historía. Buena selección Javier. Ánimo estamos esperando las siguientes

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. me gustaría comentar que ha sido mi compañero Javier Cadarso el que ha escrito esta entrada

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  4. Buena descripción de ese fantástico pueblo y de su buena gente. ¡¡Enhorabuena!!

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  5. Lástima que no esté cuidado como debería....ya que muchas de esas zonas que nombras,están en un estado de abandono

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  6. Interesante articulo sobre Aras.

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