Derecho y Dignidad

Nada más me apena que tener que escribir este artículo en especial. Como sabéis  ayer, el torero Víctor Barrio, murió de una cornada del tercer toro de la tarde. Aunque es un hecho de una enorme tristeza  que ya por si solo la familia y amigos tenga que sufrir con el dolor de esa perdida, este se intensifica más con el comportamiento tomado por ciertos individuos que consideran que una muerte es una excusa para manifestarse en contra de algo que no entra es sus ideales. 



Desde hace 24 horas algunos seres despiadados e inhumanos no han cesado en su intento de provocar más dolor atrincherándose en unas ideologías que en momentos tan delicados como estos no se deberían manifestar. Aunque haya actitudes en la vida que podemos compartir o no, un valor esencial que debe prevalecer sobre todos los hombres es la VIDA o el respeto a los fallecidos.
De todo este bucle de crueldad desmedida e in-humanismo impropio de cualquiera que se considere hombre, lo más preocupante de todo es sin duda la manifestación indecente de alguien que esgrime su profesión de maestro deseando la muerte de los progenitores del hombre de 29 años fallecido y su mujer, por su simple odio a la tauromaquia. Lo preocupante de esta situación es que (una presumiblemente persona) debe de enseñar los principales valores de una sociedad civilizada a niños que formarán la sociedad en un futuro.


Señor mio, amando como pocos la profesión que usted ha mancillado, pobre defensa le deja como educador y como persona.
Como me imagino como hijo el dolor que debe de provocar la pérdida para unos padres, para su compañera de vida y sus amigos, me gustaría dar mi mas sincero pésame por su perdida y la ignominia a la que se han visto abocados.
Dice un refrán que somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestro silencio. Que sus propias palabras pesen sobre sus conciencias ( si es que las tienen).
Por favor dejad vuestro comentario constructivo, porque una palabra  puede cambiar el mundo.

Muchas gracias por leernos.